Existe evidencia científica de que beber vino con moderación en una dieta mediterránea puede tener efectos sobre la salud.
Es seguro que es responsable del 25% de los efectos sobre la salud de la dieta mediterránea, según una investigación publicada en el British Medical Journal, que destaca su contenido en resveratrol, un Elemento que tiene un efecto que nos aporta una mayor longevidad.
Además, muchos efectos protectores se asociaron con un consumo moderado, tales como:
- Por su efecto antioxidante, es beneficioso en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
- Ayuda a prevenir la diabetes y la obesidad, ya que los polifenoles pueden ser un mecanismo potencial para prevenir las alteraciones cardiovasculares y metabólicas relacionadas con la obesidad.
- Reduce el riesgo de deterioro cognitivo y demencia porque ayuda a inhibir los cambios en el hipotálamo, mejorando la memoria y los trastornos del estado de ánimo como la ansiedad o la depresión.
- Puede mejorar el microbioma intestinal, ya que el consumo moderado aumenta las bacterias Lactobacillus que son beneficiosas para la salud intestinal.
- Reduce la probabilidad de desarrollar problemas de visión asociados con la edad o el envejecimiento.
Sin olvidar que el vino está definido como alimento en la Ley de la Uva y el Vino (Ley 24/2003) y es un alimento más de la dieta mediterránea, que contiene micronutrientes y vitaminas como hierro, cobre, zinc, magnesio, B6 y B2.
Tomado con moderación y con una comida, es saludable, como lo demuestran cientos de estudios publicados cada año en todo el mundo.
Además, forma parte de nuestra cultura y tradición desde la antigüedad
Fuente: https://www.vinetur.com/2021052864790/el-vino-es-el-responsable-del-25-de-los-efectos-saludables-de-la-dieta-mediterranea.html