En la mayoría de los casos, el vino se almacena en barriles de madera para que vayan creciendo, suavizar la acidez, estabilizar el color y agregar sabor y aroma al vino.
Permanecen en él un tiempo, permitiendo que el vino «envejezca», estabilizando su color y enriqueciendo sus aromas. Las barricas de roble se suelen apilar en un lugar fresco y tranquilo de la bodega. Las barricas, por norma general, deben estar en un lugar oscuro, fresco y con unos niveles de humedad medidos para que no se eche a perder el vino o se contamine.
Además de la normativa de cada DOP, la Ley de la Uva y el Vino también establece el tiempo mínimo que el vino debe permanecer en estas barricas para poder etiquetarse e incluir la palabra «Crianza» en la botella.
Según la legislación española (Ley del Viñedo y del Vino), los vinos tintos, blancos y rosados deben envejecer todos en barricas de madera durante al menos seis meses para ser considerados «Crianzas». Cabe señalar que el proceso de crianza total es de dos años para los vinos tintos y de un año y medio para los vinos blancos y rosados, ya que los vinos también deben pasar un tiempo en bodega después del embotellado.
Fuente: https://www.vinetur.com/2015110621685/sabes-de-vinos-cual-es-el-tiempo-minimo-en-barrica-de-un-vino-crianza.html