Verdades y mentiras a la hora de catar un vino

Para catar un vino no necesitas una gran destreza especial. Solamente confiar en nuestras propias percepciones, familiarizarse con aromas, texturas, sensaciones… Hay que aprender a darle nombre a esas sensaciones

Todos podemos catar un vino con mayor o peor sensibilidad, decir si nos agrada o si no. Solamente necesitamos le vista el olfato y el gusto, de ahi a que sepas comunicarlo es otra cosa, antes de hacerlo debes saber algunas falsedades de la cata.

El color nos dice la calidad del vino: En los blancos los tonos amarillos pajizos muestran juventud y los dorados de evolución. En los tintos, los de la gama del violeta muestran viveza, y si es de la gama del naranja muestran cierta edad.

Si la lágrima es densa mejor es el vino: No tiene que ver, cuando la lágrima cae rápidamente por la copa, significa que el vino tiene poco alcohol, y si es más densa y cae más lenta, significa que tiene más grado de alcohol.

Un vino es mejor cuanto mayor es su puntuación: Las tablas de puntuación no tienen que ver si un vino va a ser mejor que otro, ya que las puntuaciones las ponen catadores y esas son sus opiniones personales, ya que a ti te puede gustar mucho un vino y no gustarte nada.

El champán es mejor que el cava: No es que el champán sea mejor que el cava, simplemente son diferentes, simplemente son los dos vinos espumosos, pero el champán es de Francia y el cava de España, y por lo tanto el suelo y el clima son diferentes.